Buitre

Monica Cruz Rosas
2 min readApr 11, 2021

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Llegas, comes y te vas. Tu alimento es mi dolor, mi pérdida, mis lágrimas y el grito que mi garganta apenas puede contener. Me despojas de lo poco que me queda sin forzar una sola cerradura. Yo te he abierto las puertas de mi hogar. Lo pediste y te lo di. Devoras con mi consentimiento.

¿Realmente eres un buitre? Tu cometido no es la nutrición de tu cuerpo, sino la nutrición de tu mentira. Seguro te indignarás ante la acusación, porque la verdad es la columna vertebral de tu profesión. La falsedad no tiene cabida en tu oficio. Tu reacción inicial será el retarme a señalar la mentira en tu reporte, en tu descripción de los hechos. No te confundas, no hablo tus escritos, de la prosa, la poesía inspirada en mi miseria. Hablo de ti, tú eres la mentira.

Pretendes que haces lo que haces por una cuestión de principios, por una sed de justicia, por un hambre de cambio. ¿Qué es lo que quieres cambiar exactamente? ¿El capitalismo desmedido que te ha rodeado de bienes materiales? ¿El sistema machi-clasi-racista que te ha dado ventajas y libertades que das por sentadas? ¿La hegemonía que te colocó a ti en la muy privilegiaba posición de establecer la narrativa de todo aquello que es colectivo? Si estos muros se derrumban, ¿qué sería de ti? ¿Por qué actuarías en contra de tu propia supervivencia? Hay formas más fáciles de auto-sabotaje.

Ah, claro, lo olvidada, haces lo que haces porque quisieras que todas las personas corrieran con la misma suerte que tú. Usas tu posición en la pirámide para ayudarle a otros a escalar un par de peldaños. Le das voz a los sin voz. No estaba consciente de mi mudez y tampoco sabía que tú eras mi intérprete. Nadie me dio opciones. Con todo respeto, si alguien me las hubiera dado, tú no serías mi primera opción.

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